El uso de teléfonos celulares mientras se conduce un auto creció a más del doble en los últimos cuatro años, y se triplicó el número de personas que cruzan la calle con el aparato pegado a la oreja, desatendiendo lo que ocurre en la calzada.
Las cifras fueron difundidas por la organización Luchemos por la vida, en base a estudios propios realizados en la Ciudad de Buenos Aires. Aunque no contempla casos del interior, es un buen parámetro para encender luces de alerta sobre el tema.
La medición compara septiembre de 2007 con el mismo mes de 2011, y la oscilación de casos pasó de 4,1% a 9,7%, en cuanto a personas que manejan con el teléfono celular en una mano. El estudio se hizo sobre 2.942 conductores de autos particulares, los días hábiles, entre las 10 y las 18.
La peligrosidad de conducir y simultáneamente hablar por teléfono está penada por los artículos 5.2.4, “e” de la Ley 2148 y 6.1.26 de la Ley 451 de la Ciudad de Buenos Aires, con el consecuente descuento de 5 puntos de la licencia y del art. 48, inc. “x” de la Ley Nacional de Tránsito 24.449.
También resulta sorprendente el uso del teléfono celular por peatones mientras cruzan las calles. Las mediciones van del 4,3% en sSeptiembre de 2007, y de 13,4% en septiembre del año pasado. El estudio se hizo sobre 3.808 peatones observados, en las mismas condiciones que los automovilistas analizados.
La organización Luchemos por la vida aporta su análisis a las cifras:
"Hace años que la ciencia estudia las importantes limitaciones que nuestro cerebro tiene para realizar dos tareas que demanden atención al mismo tiempo, y los investigadores han probado hasta qué punto es peligroso conducir mientras se habla por celular, aún con el sistema de manos libres. Recientes investigaciones internacionales han concluido que caminar hablando por teléfono celular es muy riesgoso ya que las personas observadas despliegan comportamientos tales como cruzar más despacio, sin mirar al tránsito circundante y no esperar a que los vehículos se detengan para comenzar a cruzar, en una proporción muchísimo mayor que los no usuarios de celular. Para los peatones el problema real principal parece ser la distracción, así como les sucede a los conductores. Y en el tránsito caótico de nuestro país, este nuevo hábito compartido por peatones y conductores no hace más que empeorar la seguridad de todos en la vía". LA GACETA ©